El Titanic es un barquito

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Comparado con los super cruceros que surcan los mares hoy en día, el fastuoso Titanic es una barquita que apenas no se notaría cuando atracara en los puertos de destino. Y es que la tecnología al servicio de la navegación no se ha quedado únicamente en hacer barcos que casi se llevan solos mediante avanzados sistemas electrónicos, sino que el tamaño de estos alcanza unas dimensiones que algunas veces llegan a asustar cuando se ven de cerca.

La realidad es que el malogrado barco, que tantas películas e historias ha generado, no era tan grande como nos imaginamos cuando escuchamos hablar de él. Comparando este con los super cruceros actuales nos damos cuenta de que el Titanic “solo” medía unos doscientos setenta metros de largo por veintiocho de ancho y podía dar cabida a poco más de dos mil setecientas personas, mientras que los grandes barcos que se usan hoy como buques de recreo pueden llegar a superar los seis mil, rondar los cincuenta metros de ancho y medir más de trescientos cincuenta metros de largo, además de contar con una cantidad de plantas muy superior a las que había en el crucero de recreo más famoso del mundo, aunque no precisamente por sus servicios sino por su trágica historia y el número de vidas que se perdieron en él.