Camino Inca, sólo para valientes

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Caminar durante 4 días en una de las ciudades más altas del mundo, sólo para descubrir al final una antigua y mística ciudad andina suena descabellado; algunos dirán que sólo para locos vigoréxicos, pero aquellos que de entrada lo descarten se estarán perdiendo de una de las más majestuosas caminatas de su vida.

Se trata del Camino Inca, una ruta de piedra construida por los Incas en Perú hace 500 años, que une a la ciudad de Cusco con la ciudadela de Macchu Picchu. Está ubicado en medio de los Andes y no es accesible por ningún medio de transporte; por lo que tampoco hay electricidad ni otros servicios; es decir que la caminata es totalmente al estilo rústico, con su casa de campaña en los hombros, su cámara y nada más.

El camino que en algunos puntos llega a los 4200 metros sobre el nivel del mar, se divide en 43 km de espacios de montaña, niebla, selva y jungla, con escalones milenarios y paisajes extraordinarios.

Pero lo que definitivamente no tiene precio, es la llegada a Macchu Picchu, el paisaje, conformado por la zona arqueológica y una serie de cerros y montañas de gran pendiente, flanqueados por el profundo cañón que forma el río Urubamba, hacen de esta majestuosa ciudad un lugar lleno de misticismo y magia.

La excursión se hace en grupo con agencias autorizadas para ello y con guías especializados. La mejor época para llevarlo a cabo es de junio a septiembre ya que la temporada más calurosa y de lluvias es de noviembre a marzo. Si no quiere sufrir su viaje en vez de disfrutarlo, se recomienda para personas con condición física buena.